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Tras 19 meses, el reencuentro con la gente en Uno terminó con euforia

Y un dia, el público de Estudiantes volvió a la cancha. Hubo ovaciones, cánticos y mucha alegría para los que pudieron cortar con casi 600 dias de sequía sin poder ver al Pincha en su casa. Ningún impedimento estorbó el regreso del hincha.

Tras 19 meses, el reencuentro con la gente en Uno terminó con euforia

Nada importó para los que pudieron aprovechar su chance por los puntos acumulados luego de una semana cargada de expectativa y mucha ansiedad. Ni el frío ni el impedimento tecnológico de una aplicación que colapsó por el uso de cada uno de los que ingresó a UNO. Ni siquiera la muy extensa cola, que se extendió incluso desde el Instituto Médico Platense hasta el propio estacionamiento Pincha. Nada fue traba en una tarde noche desbordada por la felicidad del reencuentro.

Tras 578 eternos días, el público de Estudiantes pudo volver a verse las caras con su equipo. Y, desde el primer instante, le hizo saber lo mucho que lo extrañaba.

La entrada en calor por fin volvió a tener el calor necesario. Ese del cual, entre tantas otras cosas, se había adueñado la pandemia. La ovación a Mariano Andújar, el múltiple repertorio de canciones desde los cuatro costados y una emoción atragantada por casi dos años, se hicieron presentes minutos antes del inicio del encuentro con Rosario Central.

Ya con los jugadores en los vestuarios, ultimando los detalles para salir al verde césped, el momento de la presentación oficial de la formación local también fue uno de los principales momentos de explosión.

Los presentes en el Jorge Luis Hirschi taparon por completo a la voz del estadio, recordándole que la voz en el estadio, en cada estadio, son y siempre han sido los hinchas, quienes finalmente pudieron volver. Tras los once iniciales, con el mencionado Andújar, Fabián Noguera y Matías Pellegrini en el podio de los aplausos, también hubo una tímida ovación para Ricardo Zielinski.

Al grito de “Ruso, Ruso”, los hinchas Albirrojos le mostraron su cariño a un DT que llegó con su clásico perfil bajo, pero que a través del trabajo y el esfuerzo, logró reposicionar al equipo entre los primeros planos, con vista a las competencias internacionales, algo lejano tiempo atrás.

Antes del primer pitazo de Jorge Baliño hubo otro momento sentido, pero en este caso no a un jugador sino a Luis Prates, ex directivo Pincha fallecido en los últimos días y padre de Juan Pedro Prates, Vicepresidente actual del León.

UN BALDAZO DE AGUA FRÍA

Con el clima totalmente favorable, el cruce con el Canalla comenzó con el estallido de la gente, que al fin pudo dejar salir ese grito atragantado y lleno de angustia por una situación totalmente extraordinaria. En este contexto, el equipo acompañó y fue a buscar desde el minuto uno, y logró prácticamente acorralar a Central. Sin embargo, fueron los del Kily los que sorprendieron para ponerse en ventaja ante un público que se había preparado para lo contrario.

A los 26, dentro de una jugada algo sucia y una serie de rebotes, Gino Infantino aprovechó su chance para marcar el primer gol de la noche y comenzar a arruinarle la fiesta a las más de 15.000 personas que dijeron presente. A partir de la desventaja, Central pudo hacerse de la pelota y desde la tribuna, le gente intentó hacer lo suyo buscando la reacción Pincha y una igualdad que lejos estaba de traer justicia.

Algo sorprendido por haber hecho bastante más que su rival, el León buscó de todas las maneras posibles y cerca del cierre del primer capítulo, el gol de Manuel Castro, de taco a los 40, hizo delirar las almas presentes en los cuatro costados del Jorge Luis Hirschi.

SABELLA, PRESENTE

En el entretiempo, Estudiantes proyectó un video en su pantalla gigante que tuvo como protagonista a Alejandro Sabella, a diez meses de su triste fallecimiento. El cierre del mismo, claro y contundente: “Alejandro Sabella, Siempre”, contó con el aplauso cerrado de las cuatro tribunas y el “Sabella, Sabella”, al unísono en UNO. Así, Pachorra tuvo el reconocimiento del público en la cancha. Quizás el último que le faltaba.

DEL DESENCANTO MOMENTÁNEO AL EUFÓRICO DESAHOGO FINAL

Con la imagen de un primer tiempo en el que fue mucho más, el Pincha intentó repetir en el segundo con el apoyo de su gente. Sin embargo, lentamente se fue apagando. Y el gol de Rosario Central, que sin hacer demasiado complicó en todo momento, produjo el segundo desencanto de la tarde noche, incluso más inesperado que el primero. Otra vez Infantino se vistió de villano para poner un 2 a 1 injusto dentro de un deporte que no entiende de justicia.

A partir de allí, el equipo entró en una desesperación que se fue haciendo más pronunciada con el correr de los minutos y la constante impotencia para poner la igualdad. Pese a esto, y cuando parecía que el encuentro se moría en una dolorosa derrota, el centro de Franco Zapiola y el cabezazo del ecuatoriano Jaime Ayoví desataron el grito de la gente, que explotó de emoción con un Estudiantes que nunca bajó los brazos.

Sobre el cierre, hubo cruces entre varios plateístas y el banco visitante, quienes acusaron escupitajos por parte de los allí presentes, lo que llevó a dirigentes de Estudiantes a interceder para calmar los ánimos. Los reclamos de todo Central, técnico incluido, solo sirvieron para alimentar un poco más el deseo del público por hacerse notar y decir presente, al fin, tras 578 eternos días.

LA BARRA, PRESENTE EN LAS BANDERAS

Una de las cuestiones que llamó la atención en la jornada de ayer fue que finalmente la barra de Estudiantes no estuvo presente, aunque sí lo hicieron sus clásicas banderas.

 

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2021-10-9-2-17-24-tras-578-dias-el-reencuentro-con-la-gente-termino-con-euforia-deportes

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