En las últimas horas, el movimiento bolsonarista copó calles de Brasil, marchó hasta la puerta de muchos cuarteles y exigió una “intervención militar” contra la victoria electoral del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.

Las manifestaciones fueron multitudinarias y pacíficas pero de un claro talante antidemocrático, al punto de que reclamaron que las Fuerzas Armadas impidan el próximo 1 de enero la toma de posesión de Lula, que el pasado domingo derrotó en las urnas al presidente Jair Bolsonaro por una mínima diferencia de 1,8 puntos porcentuales.

La convocatoria fue hecha por las redes sociales, en las que los grupos de ultraderecha que respaldan a Bolsonaro tienen una febril actividad, y sobre todo a través de servicios de mensajería privada como WhatsApp y Telegram.

En diálogo con La Redonda 100,3, desde Brasil, el analista de política internacional Gustavo Segré afirmó que "hoy el país amaneció tranquilo desde el punto de vista social pero con las rutas complicadas. A pesar del pedido de Bolsonaro de ayer para que se levanten los bloqueos, lo cierto es que las protestas siguen. Hay mucha gente muy frustrada por el resultado electoral y no lo acepta. Y eso es malo democráticamente porque la Constitución es clara: 50% màs 1 voto define al ganador".

Asimismo, destacó que "no hay un ámbito receptivo por parte de las Fuerzas Armadas a los reclamos de intervención, para que eviten la asunción de Lula, como se vio ayer ante algunos cuarteles de San Pablo y en Rio de Janeiro. Las Fuerzas Armadas están claramente alineadas con el poder democrático, no hay posibilidad alguna que se hagan eco de las protestas".

La entrevista completa, en el audio adjunto: