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Estudiantes "bailó" al Corinthians pero le faltó suerte, falló en los penales y quedó eliminado

VIDEO. El Pincha ganó 1 a 0, con un gol de Mauro Méndez a los 50 segundos de juego. Para ganar la serie necesitaba un tanto más. Por cuatro veces, los palos le dijeron no. Además, el arquero brasileño fue figura. Luego, en los penales, fallaron Rollheiser, Lollo y Ascacibar. La multitud que copó UNO despidió al equipo sin reproches.

El fútbol le dio la espalda a Estudiantes. Los merecimientos se tomaron el día. La justicia no quiso ser parte del show. Pese a ser más, mucho más que su rival en los dos partidos y merecer el boleto a las semifinales se quedó con las manos vacías tras perder en la definición por penales contra Corinthians, al que derrotó 1-0 en tiempo reglamentario.

El Pincha jugó un señor partido. Apretó los dientes y jugó al fútbol. Tuvo todo a favor como para meterse en la definición pero otra vez la maldición de los penales, la maldición de los cuartos de final y la maldición de no poder superar en el partido a un rival que no hizo nada para avanzar. Pero como en 2010 ante Inter o el año pasado contra Paranaense, no pudo. Y esta vez nuevamente desde los doce pasos, donde falló tres de los cinco penales. Un karma dentro del karma para Estudiantes, que en esta Copa Sudamericana tenía muchas cosas a favor como para llegar a la definición más deseada. Sensación de injusticia total pero en el fútbol nunca van de la mano y anoche el Pincha tomó un trago de ese veneno que le durará un tiempo, hasta que logre encontrar otro objetivo.

El primer tiempo mostró la mejor versión de Estudiantes en el 2023 y en muchos años. Jugó como se juegan los partidos importantes de copa: tuvo un corazón enorme, despliegue y fútbol, imprescindible para remontar la serie ante un equipo tan poderoso como Corinthians.

Salió al campo de juego contagiado por el calor de la gente. Fue un león al que le abrieron la puerta y volvió a la sabana. Por eso a los 54 segundos el uruguayo Mauro Méndez anotó el gol luego de una pelota recuperada y abierta a la derecha para Sosa, que tras un centro al área encontró a Guido Carrillo, que la peleó y dejó el segundo balón al delantero, que la agarró mordida pero igual hizo explotar a la multitud.

No se calmó el local, que siempre manejó la pelota y tuvo triangulación con Ascacibar, Rollheiser, Sosa, buscando siempre las subidas de Eros Mancuso o las de Benedetti. Lo pasó por arriba futbolística y anímicamente al rival. No le dio ni un centímetro de chance. No solo que mereció irse al descanso en ventaja, sino que mereció el segundo antes del pitazo final.

Cassio salvó ante un remate de Benjamín Rollheiser desde la derecha y descolgó mil centros. Además hizo fácil un cabezazo de Carrillo sin marca en el punto del penal. El capitán fue el único que hizo pie y mantuvo en partido a sus compañeros. Y cuando no tocó la pelota hizo vista y vio cómo su poste izquierdo lo salvara, primero por un tiro de Benedetti desde la izquierda y luego otro franco de gol de Rollheiser. Este último pegó en el palo y cruzó toda la línea. Iban 38 y 40 minutos y esos goles no concretados fueron la mejor noticia para la visita y un golpe para Estudiantes que debía mantener la intensidad en el complemento luego de un desgaste total.

El Pincha jugó un período acorde a su historia, al momento y al rival. Pero a veces el fútbol es injusto y no devuelve de la misma manera una caricia. Debió retirarse 2 o 3 a cero, para empezar a manejar el partido. Pero no, apenas igualó la serie y no pudo bajarse la manga arrugada de su ropa.

Pero si lo de Cassio había sido bueno en el primer tiempo, lo que hizo en el arranque del complemento fue descomunal. Estirándose como el hombre elástico le sacó remates a Rollheiser y Sosa, y cuando estaba vencido otra vez un poste izquierdo le dijo que no a Estudiantes, que a esa altura del juego merecía la alegría y el premio mayor. Pero el fútbol, otra vez el fútbol, no le devolvía la pelota al pie.

La más clara fue la de Santiago Ascacibar, la figura del equipo junto a José Sosa, que desde afuera reventó el palo, esta vez el derecho, dejando en claro que no era la noche perfecta sino una más cuesta arriba con un camino de espinas y ninguna rosa.

Recién después de tantas jugadas desperdiciadas y las salvadas de su arquero, Corinthians empezó a encontrar algunos pases largos para dejar mano a mano a sus delanteros con los centrales. Igual en ningún caso exigieron a Mariano Andújar.

Se fundió Estudiantes, que indudablemente sintió el desgaste realizado en el primer tiempo, el comienzo del complemento, pero básicamente le bajó la moral los goles que le sacó el arquero rival. Fue un boxeador que ya no tenía más resto fue al frente, ya con menos ideas ni control de la pelota. Pero fue ante un rival que hizo todos los cambios como para defenderse e ir a los penales.

El equipo de Eduardo Domínguez hizo méritos como para pasar a semifinales en los 90 minutos. Su rival tuvo un solo tiro, el de Matías Rojas en el final. Demasiado premio para un rival que no hizo nada como para llevarse el premio, pero que su arquero le dio la posibilidad de definir desde los doce pasos, donde encontró un tesoro que no le pertenecía.

 

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2023-8-30-5-57-6-video-hizo-todo-para-pasar-pero-la-suerte-y-cassio-lo-impidieron-deportes

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