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Estudiantes empató sin goles ante San Lorenzo y sigue sin ganar en la Copa de la Liga

VIDEO. El Pincha, que no mejora su nivel, sufrió la expulsión de Fernando Zuqui por doble amonestación. Jugadas cinco fechas del certamen, el equipo de Domínguez sigue muy lejos de su mejor versión, cuando ya asoma en el horizonte el clásico ante Gimnasia, a jugarse el domingo 1 de octubre.

Estudiantes empató 0 a 0 contra San Lorenzo y se olvidó de ganar. Lo que hasta hace poco más de un mes era moneda corriente, se le convirtió en una misión imposible. Lleva cinco partidos sin victorias en la Copa de la Liga y el sueño de meterse en la próxima Copa Libertadores por la tabla acumulada un objetivo que empieza a quedar lejano. Anoche, si bien dio un paso adelante en rendimiento respecto a sus otros compromisos, sigue en deuda. Tras la igualdad, no pudo escapar del último lugar de la tabla de posiciones de la zona B. Lejos de ser motivo de preocupación, al menos sí de atención para lograr encontrar lo más rápido posible una solución.

Está claro que el equipo está sufriendo horrores la falta de sus delanteros titulares (Boselli-Carrillo), el bajón de Benjamín Rollheiser y la poca profundidad que antes tenía por las bandas. Para colmo le tocó enfrentarse a un equipo que desde el pitazo inicial estaba muy cómodo con el empate, pese a tener pretensiones mayores. Pobre y básico lo del Ciclón, pero con esa receta viene obteniendo resultados muy positivos que alejaron los nubarrones del año pasado. Al menos en el aspecto defensivo lo de Estudiantes fue de bueno a muy bueno.

El primer tiempo ya había mostrado que las cosas estaban calientes adentro de la cancha. Tal vez la presencia de varios jugadores de experiencia y mañas, aquel penal que le contuvo Batalla a Rollheiser, la rivalidad entre los clubes... No fue una placentera relación adentro del campo, con la complicidad de un Nazareno Arasa que no tuvo conducción y que en varios momentos perdió el control, como el “tole tole” que tuvo a Eros Mancuso y el Perrito Barrios como protagonistas. Los 22 protagonistas terminaron empujándose y alguno levantando su brazo por demás y ni siquiera una tarjeta amarilla. Nada.

En lo futbolístico se vio poco y nada. San Lorenzo jugó a lo que juega siempre desde que llegó Rubén Insúa a su conducción: línea defensiva de tres con dos laterales dispuestos a salir al ataque, principalmente por la banda izquierda. Pero muy cauteloso y con una extraña búsqueda del empate, que poco le servía. De eso se desprende la lentitud de cada movimiento o pelota parada, o la llamativa forma de sacar desde el fondo de su arquero Batalla, dejando en claro que el punto era bienvenido.

Estudiantes, todavía herido en su gestación, intentó llegar desde el fondo con la pelota dominada. Lo buscó José Sosa por izquierda (una bien y dos mal) o por el medio, Rollheiser en varios intentos por el centro (sin claridad) y el Corcho Rodríguez con pases largos para las subidas de Mancuso o Benedetti. Pero no tuvo claridad ni precisión. Es verdad que lo buscó y que tuvo la voluntad de romper esa barrera que propuso el rival, pero no logró generar una sola jugada de riesgo: apenas un remate de Benedetti por la izquierda y otro de Sosa que rebotó en la espalda de Gonzalo Luján y pasó cerca del travesaño del arquero rival.

Pero este deporte no es tan lineal y mucho menos generoso. Siempre tiene sorpresa y esa cuota de ingratitud: luego de una pelota recuperada en la salida albirroja le quedó el remate a Hernández, que probó de forma cruzada y pasó a pocos centímetros del palo derecho de Mariano Andújar. Así, la más clara del primer tiempo fue del equipo que no hizo nada por ganar el partido.

El complemento fue igual o peor. La visita siguió agazapado en el fondo con la intención de generar alguna contra que nunca sucedió. Apenas una vez llegó con peligro hasta el arco de Andújar, con un desborde por la izquierda y un centro al punto del penal que el ingresado Gastón Ramírez no pudo pegarle bien porque de lo contrario el Pincha sacaba del medio.

Estudiantes siguió intentando y desde el banco Domínguez apostó por refrescar con Javier Altamirano, Fernando Zuqui y Leo Godoy, un triple cambio que surtió efecto con el chileno, un revulsivo que cuando logre entenderse mejor con sus compañeros puede ser un refuerzo más que interesante.

Con ganas y poco fútbol siguió yendo al frente Estudiantes, que a los 36 minutos tuvo una chance gracias a una mala salida de Batalla, que se chocó con la Roca Sánchez y dejó la pelota suelta: el uruguayo Méndez pudo puntearla pero antes de que cruzara la línea del arco fue rechazada por Luján. Lo más claro de un equipo que tras cartón se quedó con un jugador menos por la expulsión de Fernando Zuqui, que se pasó de rosca y trasladó la impotencia del equipo.

No pudo el Pincha conseguir la victoria que fue a buscar y por la que tuvo mejores intenciones que su rival. No le alcanzó con esas ganas e ideas. La falta de jugadores en ofensiva ya son indisimulables, lo mismo que la merma en la gestación. Por lo menos sumó de a uno y no se quedó con las manos vacías. Pero no parece ser el mejor consuelo para un equipo que hace un mes jugaba realmente bien y ahora está rascando la olla para llegar a fin de mes.

 

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2023-9-21-3-29-52-pese-a-una-leve-mejoria-el-equipo-se-olvido-de-ganar-deportes

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