Punto y seguido. Estudiantes, que jugó un buen primer tiempo pero se quedó sin piernas en el complemento, igualó 1-1 en su visita a San Lorenzo. El resultado le sirve para seguir invicto en el año y en el lote de los equipos que, por ahora, se están clasificando en una Copa de la Liga que recién se inicia.
El punto era un buen resultado en la previa atendiendo las necesidades del rival y el escenario. Pero con sabor agridulce por el nivel mostrado en el primer tiempo, que de haber estado más fino o con un guiño del VAR, podría haber sido otra la historia. Lo negativo de la tarde fue que el segundo partido de Edwuin Cetré no convenció, como el debut de Tiago Palacios. El equipo necesita muchísimo de ellos porque de lo contrario dependerá exclusivamente de Enzo Pérez y José Sosa.
En el primer tiempo Estudiantes fue de menos a más pese a ponerse en ventaja a poco de comenzado. No estuvo cómodo en el inicio, con poca tenencia de la pelota e imprecisión en el traslado. No fue la mejor versión de Estudiantes en el arranque del partido.
Pero a poco fue encontrando los espacios y los errores de un mediocampo que no retrocedió bien y una defensa que marcó mal. Por eso Ascacibar había avisado a los 5 minutos de cabeza por detrás de los centrales y a los 12 Javier Correa marcó un golazo desde la punta derecha tras una habilitación de Méndez. Una tremenda definición del exColón, que tenía el festejo atragantado por los goles que el VAR le había impedido ante Racing.
El Pincha, entonces, se fue encontrando con la pelota y empezó a manejar los espacios. Enorme período de Ascacibar, prolijo Enzo Pérez e intermitentes Sosa y Altamirano. Por eso, porque no supo estar bien con esos intérpretes no pudo lastimar ante un rival que en ese arranque no mostró una idea clara de juego. El partido se fue calentando conforme pasaron los minutos. Indudablemente el público local está muy nervioso por el andar del equipo y por eso desde afuera para adentro se fue transmitiendo un clima tenso. Todos, absolutamente todos los fallos se protestaron desmesuradamente. No hubo ninguno que lo ameritaba pero igual desde los cuatro costados se gritó, insultó y se quejaron de todo. Por eso a Facundo Tello se le fueron las acciones de las manos y cada sanción se le discutió más que un partido de truco.
Incluso a los 22 minutos, después de un centro de José Sosa mal despejado encontró a Correa en el punto del penal. El delantero ensayó una media vuelta que rozó en el brazo de Hernández. Pudo ser penal pero fue una jugada totalmente de VAR y Tello nada pudo saber ni decidir. Igual se le discutió y, de alguna manera, a partir de allí le fue imposible no acceder a los múltiples reclamos. Y eso que aquí el perjudicado fue Estudiantes.
A los 37 minutos, cuando ya se había apagado la euforia y protestas el Pincha metió una contra perfecta, con un pase de chilena de Enzo Pérez a Mancuso, que frenó, dejó la marca y le pegó fuerte al palo de Gómez, que despejó al córner.
Seguido, otro ataque más del Pincha que terminó en gol de Javier Correa anulado por el VAR por otro fino off side del delantero (muy dudoso), que nuevamente había definido perfecto al palo del arquero. Un partido que podía estar 3-0 lo seguía manteniendo cerca de un rival perdido y sin ideas, desesperado y sólo empujado por su gente... y ayudado por el VAR.
En el segundo tiempo San Lorenzo tiró todo a la cancha. Adentro Diego Herazo para meter mucha fuerza. Enseguida se le sumó Cristian Tarragona. Y entonces el local empezó a atacar y lastimar por las bandas y en el área. Por eso Domínguez se inclinó por una línea de 5 en el fondo, con Fede Fernández para el juego aéreo y con Benedetti para reemplazar a un Eric Meza que jugó a pierna cambiada toda la tarde. De inmediato no le dio réditos, porque Bareiro tuvo un remate de gol que tapó Mansilla en franca posición de gol. Y a los 11 minutos el mismo paraguayo, de cabeza, le marcó el primer gol del campeonato a Estudiantes. Y un empate que por el tramo del partido era esperable pero por todo lo realizado antes, una injusticia.
Desde entonces fue palo y palo. Lo tuvo Mauro Méndez solo frente al arquero (desperdició un mano a mano)y luego Bareiro con una volea dentro del área que pasó a nada. Y un tiro en el travesaño de Irala. Se hizo vibrante y con final incierto porque cualquiera de los dos podía acertar el pleno y llevarse el premio mayor. Pero en ese golpe por golpe terminó mejor el Ciclón. Mucho mejor. Estudiantes se quedó sin piernas ni oxígeno. Los recambios de Cetré y Palacios no mantuvieron el nivel. Y por eso sufrió el partido pasados los 30 minutos. No fue buena la imagen del final por eso el empate terminó siendo un premio, con datos positivos y algunos negativos. Sigue invicto, pasó la tremenda seguidilla del arranque sin sobresaltos y con mucho por esperar de sus refuerzos.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-2-14-3-11-36-un-tiempo-para-cada-uno-y-un-empate-positivo-deportes
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