Estudiantes, que focalizó buena parte de su atención en el clásico del domingo que viene contra Gimnasia, de visitante, terminó festejando un nuevo triunfo en el estadio Jorge Luis Hirschi, esta vez frente a Newell’s, el conjunto rosarino que jugó con uno menos desde los 24 minutos del primer tiempo por la expulsión de Éver Banega.

Los albirrojos, con bajas, porque su entrenador reservó jugadores para ir lo mejor posible a 60 y 118, dejaron pasar el primer tiempo, con una actuación tan por debajo de las expectativas que Eduardo Domínguez hizo dos cambios antes de finalizar la primera etapa.

Cuando despertó, con Santiago Ascacibar como motor en el medio, Edwuin Cetré aportándole frescura al ataque y Mauro Méndez su decisión para buscar el arco, Newell’s quedó apretado en defensa, y de no haber sido por su arquero, los goles que llegaron a través del uruguayo Mauro Méndez hubieran llegado antes.

Domínguez sorprendió con una serie de modificaciones que no estaban en la consideración previa, de las cuales se destacó la salida de Enzo Pérez, eje del equipo en lo que va de la temporada, y el ingreso en su lugar de Fernando Zuqui. La presencia de Franco Zapiola por el uruguayo Mauro Méndez fue otra movida considerando el partido del fin de semana que viene contra el Lobo.

La serie de variantes, en todas las líneas, no cambió la idea de Estudiantes, como seguro lo imaginó su conductor al diagramar el 11 inicial. Igual que en las presentaciones anteriores, como local, frente a Belgrano (1-0), Racing (0-0) y Tigre (2-0), el Pincha se hizo cargo del partido, llevando a su rival a campo propio.

Newell’s, que sorprendió en el inicio del certamen con tres victorias consecutivas, sufrió un duro golpe frente a Racing, que lo goleó 4-0 en el Parque de la Independencia rosarino, y durante la semana viajó a los Estados Unidos para jugar un amistoso contra el Inter Miami, de Lionel Messi, más picante de lo imaginado, en particular considerando las razones por las cuales fue organizado.

El predominio ejercido por los albirrojos, ese que le posibilitó apretar a los visitantes, por más que le significó las primeras llegadas, al menos hasta el borde del área, encendió alarmas en el plano defensivo, porque Newell’s abrió la cancha e hizo lo posible para contestar con ataques rápidos desde el panorama de Éver Banega, el cerebro.

A propósito de Banega, antes de cumplirse la primera media hora fue a buscar la pelota con Ascacibar en la franja central, y en el cruce golpeó con fuerza al Rusito. Llamado del VAR mediante, el árbitro cambió la tarjeta amarilla inicial por la roja de expulsión, y no sólo dejó a los rojinegros con uno menos en nuestra ciudad, sino que será la baja más lamentada en el clásico rosarino frente a Central.

No aprovechó el conjunto albirrojo la ventaja numérica, porque básicamente los volantes no supieron imponer condiciones moviendo la pelota. Ni José Sosa, quien zafó de la expulsión en una entrada abajo para recuperar, dispuso de frescura para agilizar en una línea en la que tampoco Javier Altamirano ni Zapiola lograron la profundidad necesaria.

Newell’s se rearmó a partir de un esquema 4-4-1, con Brian Aguirre atento para filtrarse por la derecha y Juan Ignacio Ramírez, el delantero más efectivo para los rosarinos en la presente Copa de la Liga.

Sin respuestas en la cancha, el técnico hizo lo que no es habitual: antes de completarse el primer tiempo dispuso los ingresos de Mauro Méndez (por Zuqui) y Cetré (Zapiola). Le sobraba un volante a Domínguez y le faltaba un atacante con mayor dinámica sobre la punta izquierda, y justamente el colombiano protagonizó el ataque de más alto riesgo de todo el primer tiempo, el cual resolvió Ramiro Macagno, el mejor de su equipo.

Con Cetré encendido, moviéndose por la izquierda, Estudiantes potenció su ataque en la etapa complementaria, y el arquero volvió a lucirse cuando, con lo justo levantó un pelotazo de Méndez, desde el borde del área, que terminó explotando en el travesaño. Más adelantado Eros Mancuso, mostrándose como variante de ataque de una formación que de todos modos, y con la excepción de Sosa en algunos pasajes, no encontró el juego asociado necesario para llegar al gol.

Con el final a la vista, Estudiantes aceleró sus movimientos, y aún exponiéndose a las réplicas, terminó doblegando a Newell’s con anotaciones de Mauro Méndez, a los 37 minutos el primero y en tiempo de descuento el 2-0. Triunfo y fiesta en UNO, ideal para ir por el clásico que la gente palpitó durante toda la presentación anterior.

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-2-20-3-30-19-el-pincha-tuvo-su-fiesta-antes-de-jugar-el-clasico-deportes