Se hizo larga la noche en Córdoba para Estudiantes, porque debió permanecer en la cancha hasta la entrega de la copa para el ganador y su medalla para el segundo, y la conferencia de prensa a cargo de Eduardo Domínguez se brindó casi a la medianoche. Como es habitual, el entrenador del conjunto albirrojo que tendrá que dar vuelta la página, porque el fin de semana tiene que jugar un partido clave contra Boca, de local, clave para la clasificación a cuartos de final de la Copa de la Liga, muy lejos estuvo de dramatizar.

Aceptó la derrota Domínguez, esa que selló Rodrigo Aliendro en el tiempo de descuento, cuando parecía inevitable el alargue para romper la paridad, y en su análisis, el tema central de quienes pidieron respuestas estuvo el bajón que sufrió el equipo durante la etapa complementaria y los cambios con los cuales el técnico buscó asegurar el título, particularmente los reemplazos de Enzo Pérez y Eros Mancuso cuando el Pincha estaba un gol arriba por la anotación de Javier Correa en el primer intento de la final.

El plantel albirrojo empezaba a retirarse del estadio cuando el técnico, que en este caso no tenía obligación, por protocolo, de ofrecer una rueda de prensa, como debe hacerlo en la Copa de la Liga, habló con los representantes de los medios que cubrieron la final por la Supercopa Argentina tras saludar a su esposa, quien como lo hace siempre, viajó hasta la ciudad de Córdoba.

“Dolorido, siento un dolor enorme. Por como se perdió. Pero llegamos hasta acá. Y para que vuelva a suceder tenemos que llegar a otra final. Nos faltó poco, pero esa sensación amarga la tenemos, claro. Estaba muy controlado el partido, se nos escapó por un rebote y un gol fuera de contexto. Por eso se nos fue”, manifestó Domínguez.

“Hay que levantarse y el domingo dar la cara”, agregó el técnico destacando su postura respecto del futuro inmediato, en el que deberá cruzarse contra Boca.

La conferencia de prensa completa, en el audio adjunto: