Que pase el que sigue... Estudiantes paseó por Mendoza su gran momento futbolístico, con una victoria sobre el puntero de la zona B, para dar un paso sólido hacia la clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga, cuando todavía faltan seis fechas para la culminación de la fase de grupos. Derrotó 2-1 a Godoy Cruz, que no había perdido en el torneo y tampoco le habían marcado goles.
Es verdad que enfrente se encontró con un rival con mayoría de suplentes y golpeado por la eliminación en la Copa Libertadores. Pero el Pincha supo hacer pie y lastimar cuando jugó su mejor fútbol, con un esquema 4-3-2-1, con el regreso de Carrillo y los mejores momentos de Cetré, Altamirano y Palacios. Fue positivo porque pudo ganar aun cuando Ascacibar y Enzo Pérez no jugaron un buen partido. No fue la mejor demostración del equipo de Eduardo Domínguez, pero consiguió un triunfazo con todas las letras.
El primer tiempo se jugó a pedir de Estudiantes que a los 2 minutos ya se encontraba arriba en el marcador por un tanto de Javier Altamirano, que recibió de Edwuin Cetré dentro del área y definió fuerte abajo ante la salida de Ramírez. El colombiano se aprovechó de un horror de Salvareschi, le ganó la pelota y entregó para que el chileno gritara su primer tanto con la camiseta Pincha. Y el primero que el local recibía en contra en el torneo local tras 703 minutos.
El equipo alternativo del Tomba mostró desconcierto y poco rodaje. De mitad de cancha para atrás fue un equipo con muchísmos problemas que lo dejaron al descubierto. Por eso tres minutos después Tiago Palacios tuvo un mano a mano que desperdició por definir fuerte al palo izquierdo del arquero que nada podía hacer. En ese momento parecía que la victoria no iba a tener demasiadas complicaciones.
Pero Estudiantes no tuvo su mejor partido pese a ese comienzo. No lucieron esta vez Ascacibar y Enzo Pérez. No salió clara la pelota desde el fondo y por eso pese a las ventajas de su contrincante no pudo lastimar demasiado. Cetré quedó muy solo por la izquierda, molesto y dolorido a la vez. Tampoco pudo ser Palacios el que rompa una defensa que nunca dio seguridad. El chileno, por momentos, fue el conductor y tuvo buenas combinaciones con Palacios, una de las buenas sensaciones que se llevó de Mendoza Eduardo Domínguez.
En el medio creció el Tomba, con Altamira siempre atacando por la banda de Benedetti y el empuje de Salomón Rodríguez. Tuvo un par de desbordes y remates desde afuera del área que no pasaron a mayores a una defensa bien parada con Zaid Romero, una garantía en el mano a mano y en el juego aéreo.
Y cuando el primer tiempo se terminaba con la mínima, combinaron muy bien Altamirano y Palacios, para que el exTorque definiera cruzado al palo opuesto del arquero, para un 2-0 que no definía nada pero que lo dejaba al Pincha en una situación inmejorable para empezar a manejar con tranquilidad la pelota.
Mucho más cuando Salomón Rodríguez casi marca el descuento en una mediavuelta adentro del área a espaldas de Fede Fernández que pudo ser un aviso de que el complemento iba a ser cuesta arriba. Por suerte para Mansilla la pelota se fue por arriba del travesaño. Pero fue un aviso.
En el complemento Godoy Cruz hizo dos cambios, ajustó piezas y se jugó por completo. Presionó arriba y a los 4 minutos lo tuvo Salomón Rodríguez. No pasó lo mismo con Facundo Altamira, que recibió como toda la tarde en la banda derecha, hizo un par de amagues y enganches antes de definir cruzado al palo derecho de Mansilla, que nada pudo hacer. Otro partido acababa de comenzar con casi 40 minutos por delante.
Así lo entendió el DT, que mandó al campo a José Sosa y a Fernando Zuqui con la necesidad de recuperar la pelota en el medio y frenar el vendaval bodeguero, que a puro empuje fue metiendo al Pincha adentro de su propia área.
Además ya estaban en cancha Tomás Cochny y Hernán López Muñoz, el más talentoso del local.
El partido se equilibró pero Estudiantes nunca más tomó el control. Le metió marca y fuerza a una mitad de cancha donde estaba livianito. Y por eso pudo ponerle un freno al juego colectivo del local desde su gestación, sin la necesidad de sufrir tanto dentro de su área. Pero no fue buena la imagen final de un equipo con recambio y pretensiones mayores a lo mostrado en Mendoza contra un gran rival pero indudablemente disminuído por su partido entre semana por la Libertadores. Es más, en el minuto 44 casi se lo empata el local luego de un tiro de esquina que dejó a Ulariaga frente al arquero, pero una mano previa le salvó la vida a un Estudiantes que se llevó los tres puntos a La Plata, algunas sensaciones positivas pero muchas para mejorar porque así serán menos los partidos que podrá festejar.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-3-4-3-9-0-fiesta-de-la-vendimia-deportes
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