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Estudiantes debutó con una victoria de visitante en la nueva Liga Profesional: 1 a 0 a Tigre

VIDEO.- El Pincha se impuso con un gol del uruguayo Mauro Méndez desde afuera del área, cuando apenas se jugaban 10 minutos del partido. Luego, su rendimiento decayó pero le alcanzó para quedarse con el triunfo. Santiago Ascacibar fue la figura del partido.

En el fútbol doméstico gana y gana. Estudiantes está varios pasos por delante de la mayoría de los equipos y cada vez que juega con concentración lo demuestra partido a partido. No es que no tenga rivales, pero tiene un nivel colectivo e individual que lo tiene entre los tres o cinco mejores de Argentina. Podrá perder partidos, claro, podrá jugar mejor o peor, pero está desde hace varios años entre los mejores y ayer en Victoria lo demostró, con el 1-0 sobre Tigre en la primera fecha de la Liga Profesional.

¿Para qué está este equipo? Eduardo Domínguez respondió a esa pregunta con la mejor frase: “Para ganar la próxima fecha”. Y sí, porque más allá de que el torneo es eterno (27 fechas), si empieza con el pie derecho y los dos más grandes se distraen con la Libertadores y la Sudamericana y si el Pincha no puede seguir en el camino internacional, este torneo es seductor y el equipo demostró tener material como para pelear. Sólo el tiempo dirá y lo pondrá en el lugar adecuado.

Ayer jugó un partido de regular para abajo. Le alcanzó con un puñado de minutos para dejar en el camino a un rival pobrísimo, que estará entre los que pelearán el descenso, por Promedios o tabla anual. Y así como Tigre hay otros equipos más, en una Liga en la cual las diferencias enmalezan a ser notorias en algunos cruces.

El partido empezó a merced de Estudiantes, que hizo lo que quiso ante un rival que no hizo pie, que no pudo encontrar su eje en la cancha y arrancó sintiéndose menos y bajo una presión de sus hinchas que no pueden aceptar verlo tan bajo futbolísticiamente. Por eso los primeros minutos fueron un concierto del remendado equipo de Eduardo Domínguez.

El Pincha atacó por las bandas. Eros Mancuso lastimó mucho en el arranque del partido por la banda derecha, complicando a Nahuel Genez y reteniendo en Armona. Mientras tuvo la pelota fue una pesadilla; cuando su equipo la perdió sufrió en la marca a los mismos jugadores a los que “volvió locos” cuando se proyectó.

Lo tuvo el lateral pero su remate lo sacó el arquero local al tiro de esquina, antes Pablo Piatti no supo resolver pisando el área por la izquierda y tampoco Mauro Méndez desde media distancia. En los primeros minutos Estudiantes fue demasiado superior a su rival y el gol ya no iba a ser una sorpresa.

Llegó pasando los 10 minutos y lo hizo el uruguayo, con un latigazo de derecha desde afuera del área. Recibió desde la izquierda (la empezó él mismo y luego Manyoma cedió de taco), levantó su mirada y le cruzó la pelota a Felipe Zenobio que no llegó ni estirándose lo que le dio el cuerpo. Un gol que se festejó adentro y afuera de la cancha: los suplentes ingresaron al terreno para abrazar al goleador que no le había tocado jugar los últimos dos partidos (un puñadito de minutos en La Paz).

Pero luego del gol el Pincha empezó a bajar su intensidad, perdió el manejo de la pelota y se empezó a ver sorprendido por los ataques de Armoa por izquierda y las proyecciones de Garay por derecha. Gonzalo Maroni se hizo un poco el dueño del equipo y con intermitencias hizo lo que pudo para dejar a algún compañero en posición de gol. Tuvo una clara que erró Nicolás Contín debajo del arco pero la jugada iba a ser observada porque estaba off side.

En el segundo tiempo el DT mandó a la cacha a Enzo Pérez, Javier Correa, Edwuin Cetré y Zaid Romero, cuatro titulares indiscutidos que podían darle mayor diferencia a un equipo por sobre el otro. Parecía que ahora sí Estudiantes iba a activar como para liquidar el partido. El rival no podía hacerle ni cosquillas pese a sus ganas e intensiones, siempre lejos del arco. Pero Estudiantes ayer no pudo sintonizar y con mala señal siguió transitando el partido. Ninguno de los jugadores que ingresó, salvo el defensor, pudo darle un salto de calidad.

Y así siguió el partido, transitando por la medianía y tan frío como el clima exterior. Esa llovizna, el fuerte viento del lado del Río y la pelota que no pasaba tres veces por los pies de los jugadores de un mismo color de camiseta hizo de la tarde un bodrio.

Sólo un error muy grosero del Pincha le podía hacer perder los tres puntos. No había manera que Tigre lo lograra, pese a su voluntad y al empuje de su gente A falta de cinco minutos la defensa quedó muy adelantada y un pelotazo frontal hizo que Blas Armoa le ganara las espaldas a Romero y Flores y quedara mano a mano con Matías Mansilla, que esperó el momento y dio el paso justo para atorarlo y sacarle un remate que en cualquier momento era gol. Fue una atajada para salvar el partido.

Y entonces ganó Estudiantes, que no brilló. que no fue un canto al fútbol y que tuvo sufrir hasta el final para asegurarse los tres puntos. Pero en este tramo del año no tiene muchos rivales que lo puedan detener. Y por eso sigue y sigue.

 

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-5-13-3-43-37-un-buen-arranque-le-permitio-un-triunfo-en-el-inicio-de-la-liga-deportes

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