Ambicioso, agresivo, con hambre. Gimnasia es otro, eso está claro. Puede ganar o no, pero al hincha le cae bien esta nueva versión de su equipo, con ganas de triunfar, con la búsqueda permanente del arco rival antes de que vivir con el temor de conservar el punto que tiene al inicio del juego. 

Marcelo Méndez pregona esa ambición. Dijo que quiere un equipo que juegue igual en cualquier cancha y, al menos anoche, lo consiguió. 

Se fue del estadio Tito Tomaghello con la bronca del error de Pintado que costó el empate, pero sabiendo que generó mucho -y también se equivocó mucho- frente al arco rival. De todos modos, las sensaciones de todo Gimnasia son positivas en un inicio de campeonato tentador.

Partido abierto, con los jugadores triperos parados en campo contrario pero sin exponerse al salteo a la presión alta. Aún así, Gimnasia mostró más ambición en el inicio y así no extrañó que tuviese una jugada muy clara, con un remate del volante Pablo De Blasis que salió pegadito al caño izquierdo del uruguayo Fiermarín.

Y de una contra el Lobo dejó pasar una chance enorme, porque Rodrigo Castillo peleó una pelota con Lucero, ganó y se fue solo contra el arquero, pero no pudo definir bien cuando Fiermarín tapaba el arco como podía. Fue una chance inmejorable para el equipo albiazul.

Respondió Defensa con un remate de Uvita Fernández que salió desviado. El delantero siempre es un peligro latente, aunque El conjunto ahora dirigido por Pablo Quatrocchi esté lejos de sus mejores momentos.

Más de una vez los delanteros triperos se disfrazaron de “perdonavidas”, porque tardaron una enormidad en definir en situaciones favorables. Pasó con Matías Abaldo, pero no fue el único.

El Lobo no supo aprovechar los errores rivales en la marca y en la salida, aunque estuvo mucho más cerca del gol que el Halcón. Un pase largo de Kevin Gutiérrez encontró bien ubicado a Nicolás Fernández, que controló con el pecho y en una pirueta bárbara puso la pelota contra el caño derecho de Insfrán. Salió apenas desviada. Y en la jugada siguiente, atacó Gimnasia por la derecha con Abaldo y su centro buscó a Castillo, que arremetió y obligó a Lucero al error, porque el defensor del Halcón mandó el balón al fondo del arco. El 1 a 0 fue el premio para un equipo albiazul intenso para presionar y dinámico para jugar, con Lucas Castro aportando una diferencia en esos primeros 45 minutos.

En el complemento salió Defensa a presionar más arriba, pero igualmente Gimnasia se acercó al arco rival, con una que Abaldo bajó al medio y con un disparo de Saravia de media distancia. Sin embargo, una pelota que nunca terminó de sacar Pintado tuvo una buena lectura de Echavarría que ganó, jugó al medio y Fernández puso el 1 a 1.

Siguió siendo un juego de ida y vuelta, pero con dominio más alternado. Tuvo una clara Domínguez, pero su remate quedó invalidado por un offside previo de Castillo y enseguida Matías Abaldo no pudo definir por arriba del arquero tras un buen pase de Pablo De Blasis. El Lobo tuvo mucho problemas en la definición por las indecisiones de sus delanteros.

Colazo erró un gol increíble, cuando Benjamín Domínguez lo dejó mano a mano con el arquero. El lateral le quiso romper el arco al uruguayo y se equivocó porque si remate fue muy alto cuando en el medio del área esperaba Castillo. De área a área, se salvó el Lobo con otro remate de Fernández sin destino.

El Tripero tuvo mejores chances. Fiermarín le ganó en el mano a mano a De Blasis, que enganchó un centro con el taco pero en la contra hubo un jugadón de Herrera que definió alto. Y otra vez lo tuvo Uvita, que definió alto tras un centro de Soto desde la izquierda.

El partido quedó para cualquiera de los dos. Fiermarín sacó al córner, exigido, un buen cabezazo de Rodrigo Castillo. El Lobo mostró signos de cansancio y para los últimos 15 minutos Méndez decidió incluir a Yonatán Rodríguez, David Zalazar y Eric Ramírez por Castro, Domínguez y Abaldo. Con características distintas, el DT buscó atacar de la misma manera con los cambios de los extremos, aunque sumó un hombre más de recuperación y quite.

Cerca del final, Méndez incluyó a Franco Troyansky por De Blasis. Ya sin claridad, Gimnasia buscó un doble 5 de contención para tratar de poner más gente en el área rival. Los dos equipos siguieron cambiando golpe por golpe y así, con pocas chances de gol, el partido se fue. Y si bien Gimnasia estuvo algo más cerca de la victoria, el punto no se desprecia y viene a ratificar las buenas intenciones de Marcelo Méndez en este inicio de ciclo. 

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-5-19-2-54-56-gimnasia-conservo-la-ambicion-y-le-falto-el-gol-deportes