Y un día se acabó la racha de Estudiantes en el fútbol argentino. Después de 8 fechas fue derrotado en su visita a Lanús, un partido que lo tuvo como dominador en buena parte y que lo castigó duramente por haber fallado en los momentos clave. Fue 2-1, un resultado que no dice nada más que una derrota. Esta vez se pueden sacar buenas conclusiones y pese al bajón de perder el equipo mantuvo una actitud que sin lugar a dudas le dará más satisfacciones y menos sinsabores como anoche, en la helada Fortaleza.

En el primer tiempo Estudiantes jugó mejor que su rival. Le manejó la pelota a lo ancho, lo atacó con pases profundos y, dentro de un contexto chato le generó algunas situaciones de gol que pudieron darle el triunfo parcial. Si hubo uno de los dos equipos que lo mereció ese fue el Pincha.

El local sólo encontró una distracción en la defensa en el inicio del partido. Y fue muy clara. Defendió en línea y adelantado, olvidando que Moreno podía lastimar. Eso hizo con un pase a espaldas de los centrales que dejó a Walter Bou mano a mano con Mansilla, que lo esperó y dio el paso justo. El delantero definió mordido y Mancuso llegó a despejar en la línea lo que era el gol.

Pero el Pincha no tardó en responder y en la jugada siguiente una jugada similar dejó a Javier Correa frente a Alan Aguerre. Ahora el que sacó al córner en la línea fue Brian Aguirre. Pudo ser el gol de la visita.

Estudiantes se sintió cómodo con un 4-2-3-1, con Cetré bien recostado por la derecha, posición que hizo retener a Morgantini, que no pudo pasar nunca al ataque. El colombiano no pudo pasar demasiado pero siempre fue una amenaza. Del otro lado se juntaron Pablo Piatti y el Vasco Benedetti, haciéndoles el 2-1 a Brian Aguirre.

Con el manejo del balón y el control del juego, Estudiantes llegó bastante, además del mano a mano de Correa. Mancuso remató desde afuera a los 21 minutos, Piatti casi aprovecha una mala entrega atrás de Aguirre y eñ Ruso Ascaibar remató cruzado tras centro desde la derecha.

Pero la mejor jugada fue a los 32 minutos. De punta a punta para que José Sosa le pegara fuerte al palo derecho de Aguerre. Golazo pero… El VAR detectó una mínima posición adelantada de Piatti en el último pase y tras varios minutos de discusión se anuló. Merecía el Pincha, que en el último minuto estrelló un cabezazo en el travesanio. Fue Zaid Romero.

En esos 45 minutos se vio una imagen seria y sólida del equipo campeón del fútbol argentino. Casi sin fisuras defensivas y sometiendo a un rival con mucho poderío futbolístico. Le faltó el pase final o encontrar ese espacio para el tiro desde afuera, como sí hizo Marcelino Moreno al minuto del complemento, que desde la medialuna vio un espacio sobre el palo izquierdo del arquero albirrojo. Y gol, cuando no lo merecía y cuando muchos espectadores ni siquiera habían vuelto del descanso.

El gol cambió el partido, como generalmente en los partidos del fútbol argetino. Lanús se hizo más fuerte. Los ingresos de Augusto Lotti y Bruno Cabrera ganó presencia ofensiva y muchas veces quedó mano a mano en ataque. Se podría decir, aunque apenas habían pasado 60 segundos, ese refuerzo en ataque sorprendió al Pincha, sobre todo a Benedetti que tuvo una noche con muchas complicaciones en la marca. Por allí se gestó el gol.

Estudiantes no volvió a ser el del primer tiempo. Se fueron apagando José Sosa como ese falso “9”, tampoco Cetré encontró su lugar ni siquiera cambiando de banda y a Javier Correa no le llegó la pelota como para hacer algo. Para colmo su rival retrocedió casilleros en el campo y eso le hizo perder espacios.

Pero la paciencia fue una virtud del Pincha, que en un ratito se enganchó para aprovechar las dudas de la defensa local en el juego aéreo. Primero Mancuso y luego Cetré por izquierda llegaron dos centros: el segundo fue aprovbechado por el lateral para marcar el empate con una linda pirueta en el punto del penal. Justo empate más allá del crecimiento local en el arranque del segundo tiempo. Iban 20 minutos y mucho quedaba por delante.

Los últimos se jugaron con mayor intensidad. De un lado y otro buscando el triunfo. De alguna manera el partido se rompió y no hbo mediocampo- Ingresaron Tiago Palacios, Enzo Pérez y Guido Carrillo para un equipo que no volvió a manejar la pelota como antes pero nunca resignó sus pretensiones. En ese mano a mano salvó Mancuso en la línea y en una contra Edwuin Cetré cedió a Carrillo para el gol, pero el delantero estuvo mal, se demoró y entre Aguerre y Muñoz se quedaron con un gol.

Lo que se erra en un área se paga en la propia. Lo puede decir Estudiantes que dos minutos de perderse el triunfo sufrió la derrota. No pudo despejar la pelota de su propia área proveniente de un lateral y Walter Bou la encontró para un remate fuerte y cruzado, entre varias piernas que le impidió a Mansilla retenerla. El partido estaba así: el que acertara ganaba y fue Lanús, cuando faltaban apenas seis minutos.

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-5-25-2-23-25-demasiado-castigo-para-el-pincha-ante-lanus-deportes