Estudiantes saldó todas las cuentas que tenía pendientes y en un segundo tiempo arrasador construyó una victoria inapelable por 4 a 1 con una magnífica actuación personal de Guido Carrillo, gran figura y autor de dos golazos. La apertura del marcador fue obra de Santiago Ascacibar, otro hombre fundamental en el funcionamiento albirrojo y el broche final con un penal ejecutado por José Sosa.

La tarde cambió a partir de los tres cambios que ordenó Eduardo Domínguez durante el entretiempo, cuando ingresaron Mancuso, Luciano Giménez y Pablo Piatti. Gimnasia, descontó sobre el final con un cabezazo de David Zalazar.

El León con el equipo titular que se esperaba (Federico Fernández sumando su experiencia en la dupla de zagueros) y el Lobo con Matías Abaldo como titular, armaron un comienzo de clásico con las imprecisiones lógicas de un inicio bastante tenso, repleto de cautela por ambos lados.

El duelo entre Edwuin Cetré y Juan Pintado asomó como uno de los más interesantes de la pizarra. También, la nueva posición de Gabriel Neves (recostado por la izquierda del mediocampo) ante la vuelta de Enzo Pérez.

Eric Meza en el lugar de Eros Mancuso (lo esperaba Eduardo Domínguez, pero no pudo contar con él) es uno de los buscados por Gimnasia en ataque procurando el desequilibrio de Benjamín Domínguez. Hasta el cuarto de hora sólo se puede rescatar un remate de Colazo desde afuera del área que rebotó en Fernández, de allí vino el tiro de esquina, una salida con rechazo fallido de Mansilla y el remate de Garayalde que se fue cerca del palo izquierdo.

La primera amarilla fue para Enzo Pérez por pisotón a De Blasis y estuvo correcta la sanción de Facundo Tello. A los 32 minutos, Estudiantes generó una situación de peligro concreto. Centro de Eric Meza, cabezazo de Gastón Benedetti, desde cerca del punto del penal, y buena respuesta de Nelson Insfrán que atrapó el balón.

A los 37 minutos, Guido Carrillo, siempre lúcido y cuidadoso en la tenencia de la pelota, tiró un centro cerrado que superó a Insfrán y que necesitó que Pintado la sacara de la cancha para alejar el peligro. Cerca del final, a los 42 minutos, Domínguez decidió la salida de Federico Fernández al verlo con molestias físicas. Ingresó Luciano Lollo en su lugar.

Al término del primer tiempo Estudiantes y Gimnasia empatan sin goles como consecuencia directa de un trámite con escasa profundidad de los atacantes y muchas imprecisiones a la hora de construir combinaciones ofensivas. Mansilla se destacó a los 45' al desviar un cabezazo de Cabral que tenía destino de red. Enseguida, del tiro de esquina vino el centro que desvió de cabeza Abaldo y la pelota se fue muy cerca del palo izquierdo.

Cuando la gente y la prensa estaba comentando todo lo que había resuelto y ejecutado el DT de Estudiantes en el vestuario, Ascacibar rompió el molde del clásico estampando el 1 a 0, con un remate bajo que sorprendió a Insfrán. A los 40 segundos de juego el Rusito Ascacibar se encontró con una pelota ideal para probar al arco, lo hizo y desató la explosión de todo el estadio. En un lapso de cinco minutos el partido cambió rotundamente.

Gimnasia no se recuperó del gol de Ascacibar y llegó el cabezazo letal de Guido Carrillo, tras un centro perfecto de Eros Mancuso. Estudiantes pasó de terminar algo preocupado la primera etapa a ganar por dos goles de diferencia y alimentar los cánticos de sus hinchas.

Marcelo Méndez debía tomar decisiones desde el costado del campo, pero no tenía mucho en el banco de suplentes. Su equipo ahora estaba siendo superado en lo futbolístico y en lo anímico, pero no sabía qué camino tomar. Recién a los 15 minutos, el Pata Castro pateó desde el borde del área grande y su disparo se fue desviado.

A los 18 minutos se amplió la fiesta de la hinchada albirroja. Guido Carrillo, el mejor de la cancha, sacó un derechazo tremendo que se incrustó muy cerca del palo izquierdo de un impotente Nelson Insfrán. Sin capacidad de reacción, Gimnasia no sabía qué hacer metido en un contexto absolutamente desfavorable.

A los 22 minutos, Méndez hizo ingresar a Valentín Rodríguez y a David Zalazar por Matías Abaldo y Nicolás Colazo. El Lobo intentó cristalizar una mejora, aunque todo le costó demasiado. Respaldado por un resultado ideal, el León se sintió ganador muy tempano y se ocupó de administrar el tiempo y las energías. Carrillo, siempre hambriento y convertido en el mejor del partido, no paró de buscar el tercer gol de su cuenta personal. Mientras tanto, a los 31 minutos, Agustín Bolívar ingresó por Nicolás Garayalde.

A los 32 minutos, Matías Mansilla se lució evitando un gol de volea de Rodrigo Castillo al despejar una pelota muy difícil sobre su palo izquierdo. A los 36 minutos, José Sosa entró en escena reemplazando a la gran figura, Guido Cariillo, que se llevó una ovación inolvidable.

Ya en la recta final, a los 40 minutos, debutó el juvenil Fabricio Corbalán entrando por Juan Pintado, que se lesionó.

Gimnasia llegó al descuento a los 41 minutos mediante un gran cabezazo de David Zalazar que superó el esfuerzo tardío de Mansilla. En esa acción, más allá de los méritos del goleador, no se observó la mejor respuesta del arquero local.

Sobre el final del encuentro, José Sosa ejecutó el penal que sentenciaría el resultado. Tras una mala respuesta de Insfrán, el arquero del Lobo pisó a Pablo Piatti y vio la tarjeta roja. Al momento de los doce pasos, Leonardo Morales se encargó de reemplazarlo luego de que Méndez había agotado las variantes hacía varios minutos.

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-7-28-3-20-52-pinchas-y-triperos-buscan-recuperar-la-memoria-para-ser-duenos-de-la-ciudad-deportes