Sufrido. Peleado. También inmerecido. Y muy, muy festejado. Así fue el triunfo de Gimnasia 1 a 0 sobre Argentinos Juniors, que en gran parte del complemento le quitó la pelota, merodeó alrededor del área de Ledesma pero terminó errando todas las decisiones o disparando con las balas de fogueo que usábamos de chicos.
¿Dónde hay que buscar el mérito tripero? En el hambre. Desde el banco hasta el último jugador muestra que tiene ganas de ganar. En otro momento, era un partido para que el DT mande un mensaje desde el banco abrazándose al empate, con otro volante de marca o aún un marcador central más. Nada de eso pasó. Por eso, cuando Leo Morales recibió el golpe dentro del área cuando ya había rematado y Sebastián Martínez no dudó en marcar el penal, todo fue algarabía en el Bosque. Porque, al fin y al cabo, en meses nadie recordará merecimientos del partido y sí un ciclo de cinco partidos con cuatro victorias. De esos resultados también se nutren los equipos.
Fue superior Gimnasia en el inicio del juego, gracias al buen manejo de los mediocampistas.
Así, tuvo la primera acción de riesgo de la tarde cuando Lucas Castro mandó un centro desde la derecha que peinó Rodrigo Castillo y Diego Rodríguez, con una gran reacción abajo, alcanzó a sacar al córner.
Argentinos avisó con un par de pelotas cruzadas peligrosas y tuvo un mano a mano con Ledesma que luego José María Herrera no pudo definir. Después de ese comienzo promisorio, bajó el nivel del partido. No hubo un dueño del juego y los avances no se transformaron en ataques. Así, las buenas intenciones se diluyeron y poco pasó frente a los arcos.
Norberto Briasco, con un tiro libre que se desvió en la barrera, complicó a Rodríguez quien hizo la fácil y sacó al córner. De un tiro de esquina, el propio Briasco de cabeza volvió a exigir al golero del Bicho.
El Lobo apretó en los últimos minutos de la primera etapa y Juan De Dios Pintado con una media vuelta exigió a Diego Rodríguez que respondió y tuvo una atajada bárbara. En base a ráfagas más que a una superioridad del juego, Gimnasia tuvo las mejores chances de gol.
Sin embargo, la última fue de Argentinos Juniors, cuando Gastón Verón anticipó de cabeza en el primer poste tras un tiro de esquina y la pelota se fue desviada sobre el otro lado del campo.
Se lo comió Nicolás Garayalde de cabeza cuando Gimnasia jugó rápido un tiro de esquina. La visita tuvo sus acercamientos, pero generalmente equivocó el último pase. Ese sería el karma de Argentinos Juniors durante todo el partido, porque jamás supo hacer pesar en el área rival el dominio territorial y la elaboración que tuvo en grandes pasajes del complemento.
Marcos Ledesma le sacó un zurdazo bárbaro a Sebastián Prieto, de lo mejor de la tarde. El arquero dijo presente ante un remate muy difícil desde lejos. Y Gastón Verón también probó desde más de 30 metros y la pelota se fue apenas arriba del travesaño.
Quedó mal parado Gimnasia en una contra y hubo casi un pinball en el área tripera hasta que Martín Fernández salvó en última instancia.
Marcelo Méndez decidió el ingreso de David Zalazar por el uruguayo Abaldo. Luego, Pablo De Blasis ingresó por Lucas Castro cuando el equipo no lograba hacer pie, pero sería una variante fundamental en el desarrollo de la noche.
Era mejor Argentinos, con más gente en ofensiva, pero sin generarle sofocones a Ledesma. Como contrapartida, en una acción aislada, un cabezazo de Norberto Briasco se fue muy alto por sobre el travesaño. Parecía que se había desvanecido la última chance, lejana por cierto, de una victoria tripera.
Iban 40 minutos cuando el Lobo tuvo un tiro libre recostado sobre la izquierda. Se paró De Blasis para ejecutar y los defensores del Bicho se relamían para sacar la enésima pelota. Sin embargo, De Blasis movió la pelota, el centro en forma de jugada preparada buscó a Martín Fernández que metió la pelota al corazón del área, Castillo descargó hacia atrás y el Yacaré Morales buscó a colocar. Mal, alto, pero con un tremendo golpe del uruguayo Alan Rodríguez. Una imprudencia absoluta del volante visitante que le terminó costando el partido al equipo de Zermatten. Sebastián Martínez, que n o dirigió bien, no tuvo dudas ni necesitó del VAR. Penal, en medio de las escenas de nerviosismo de los jugadores visitantes que se fueron del partido.
Pablo de Blasis tomó la pelota y tuvo el aplomo y la serenidad de años de fútbol para la ejecución. Suave, abajo, a la izquierda del Ruso Rodríguez, que no salió en la foto. Un festejo loco, una alegría enorme para un equipo que tiene como mayor virtud haberse recuperado de una racha negativa, incluida la derrota en el clásico.
En la última ganó en la altura Marcos Ledesma, no sin cierto suspenso. Fue la pelota de la victoria. Aseguró un triunfo muy festejado, que obligará a repasos de errores. Seguro. Pero ganar hace todo mucho más fácil.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-9-3-1-55-49-triunfo-de-equipo-bicho-deportes
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