¿Sirve el empate? A juzgar por el momento en el cual llegó, cuando ya nadie se atrevía a apostar un peso por Estudiantes, puede decirse que sí. Pero si se tiene en cuenta el partido que estuvo a segundos de escapársele, con los errores defensivos de siempre y la falta de gol, de poco sirve este 1-1 en Córdoba ante Belgrano.
Al menos sigue lejos de la clasificación a la Copa Sudamericana y no tiene mucho más Eduardo Domínguez en su plantel como para buscar otra cosa: el mejor momento ya pasó, hay abundancia de lesionados y poca confiabilidad. Lo que tiene es a lo que debe abrazarse en las próximas cinco (o más) fechas.
El partido se presentó a pedir de Estudiantes, manejando la pelota y el territorio ante un rival sin ideas y carente del jugador capaz de pedir la pelota y generar fútbol. Pero como contra Newell’s este equipo no sabe cómo hacer goles.
En esos primeros 45 minutos el equipo buscó romper por el centro con alguna pelota filtrada de Santiago Ascacibar. Y aquí uno de los aspectos a entender el irregular momento: no es el Ruso quien tiene que hacer eso sino Medina o Tiago Palacios, desaparecidos principalmente el segundo de ellos.
No obstante Estudiantes tuvo posibilidades como para marcar el gol. Una aparición por el segundo palo de Gómez, un cabezazo de Núñez y la aparición de Medina por izquierda que acabó con una infracción sin intención. Solo Nazareno Arasa en favor de Barracas lo hubiese cobrado.
El arbitraje de Brian Ferreyra se empezó a ver desbordado por la “pelea” de Franco Jara con los centrales albirrojos y con fallos que pudieron terminar en favor del Pincha pero no se animó. Pero cuando se equivocó de manera grosera Germán Delfino, en el VAR, lo alertó del error que estaba cometiendo.
El equipo de Eduardo Domínguez tuvo más participación por izquierda con Fabricio Pérez que con Palacios por derecha. Carrillo hizo lo que pudo y otra vez, en ese primer tiempo, extrañó al jugador “distinto” que le permita destrabar las acciones. Todo podía pasar en adelante.
Pero en la parte final el encuentro se empezó a partir, a quedar quebrado. El local fue con pelotazos sabiendo que alguna vez los centrales rivales (que se equivocan muchísmo) le iban a dejar una pelota. Y lo hizo Núñez que falló en el salto, perdió la posición con Uvita Fernández y el ex Defensa definió al palo de Muslera. Un gol fuera de contexto pero en contexto. Sí, no lo merecía pero no podía sorprenderle a nadie que medianamante haya mirado dos, tres o cinco partidos de Estudiantes.
En desventaja Domínguez hizo todos los cambios juntos buscando el empate. El partido se hizo emocionante y el local pudo aumentar, otra vez sin hacer nada y el Pincha empatarlo, como lo hizo en una de las últimas pelotas del partido. Fue mitad de Facundo Rodríguez y mitad de Compagnucci. Sirvió para estirar un invicto de cuatro partidos pero no para pegar el zarpazo de clasificar a una copa internacional. Dejó un saber dulce por el momento que llegó el 1-1 pero lejos estuvo de conformar. A este plantel no le queda mucha nafta y con la poca intentará algo más que seguir en la mediocridad.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2025-10-12-2-48-37-un-empate-que-servira-solo-si-gana-el-clasico-deportes
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