La derrota en Santa Fe cortó una linda racha de cinco encuentros sin derrotas, tres de ellos pertenecientes al incipiente ciclo Flores. Además, terminó con la valla invicta de Nelson Insfrán que muestra a las claras la solidez de un equipo que no pudo repetir actuaciones anteriores ante este Unión del Kily González, presionado por su propia gente, que siempre fue superior y terminó justificando el 1 a 0.
Con la ansiedad de la gente como mochila, Unión salió a buscar el partido. Aún con su desprolijidad, el equipo del Kily mostró algo más que Gimnasia en los primeros minutos. Estuvo más cerca del gol el tatengue con un remate de Lucas Gamba que dio en el caño izquierdo de Insfrán. Otro remate del propio Gamba y varios tiros de esquina fueron notas de cierto peligro para el arco albiazul.
Gimnasia no tuvo algunas de las virtudes de los partidos anteriores. No pudo plantarse en la mitad de la cancha por lo que le costó una enormidad recuperar el balón. Y cuando lo tuvo, no le duró nada, porque casi no encontró juego. Fue un equipo largo, con Panaro y Castillo demasiado desconectados de sus compañeros, separados por muchos metros.
Unión le cascoteó el rancho al Lobo, pero sin gran claridad. Un centro peligroso de Ham desde la derecha encontró el desvío de Suso y el Yacaré Morales realizó uno de sus clásicos cierres cerca de la línea de gol. El mayor mérito de Gimnasia estuvo en no desesperarse aún cuando casi nunca pudo tener la pelota. Y así llegó al final abrazado al 0 a 0.
De todas maneras, ese primer tiempo dejó un signo de interrogación en la contención, porque Júnior Moreno ingresó en lugar del lesionado Pablo De Blasis y le costó una enormidad el ritmo de juego. Con una velocidad menos, aún sin ritmo o adaptación al fútbol argentino, el venezolano no fue el socio ideal para Facundo Di Biasi a la hora de marcar en un partido exigente para los encargados de recuperar el balón.
A tal punto no lo conformó Júnior Moreno al entrenador, que jugó apenas 35 minutos y salió en el entretiempo, reemplazado por Leandro Mamut. Diego Flores dió un golpe sobre la mesa con otros dos cambios decididos en el descanso, con los ingresos de Juan de Dios Pintado y Alejandro Piedrahíta por Corbalán y Panaro. Estaba claro que nada de lo hecho por su equipo conformó al DT al cabo de los primeros cuarenta y cinco minutos.
Más allá de las variantes, poco cambió en el trámite del juego en el comienzo de la segunda parte. Unión fue el protagonista y trató de llevar peligro contra un bloque de jugadores azules y blancos, ahora más compacto, con pocos espacios entre líneas. La apuesta para el Lobo paso a ser la velocidad de Alejandro Piedrahíta en alguna contra. A ese bloque bajo que propuso Diego Flores para la defensa, el Kily González respondió con un delantero, Agustín Colazo, en lugar del defensor Fascendini. Minutos después, buscó más ofensiva con los ingresos de Lionel Verde y Julián Palacios por Ham y Fragapane.
Se abrió el partido. Gimnasia comenzó a encontrar espacios. Una buena acción a fondo de Juan de Dios Pintado encontró el cierre providencial de un defensor local. En la contra, casi Agustín Colazo festeja para el local. Lo tuvo Rodrigo Castillo, que recibió en el área y le pegó como venía, cerca del caño izquierdo del arquero Cardozo. Y, Lucas Gamba, la figura del local, tuvo otro bien remate que pasó cerca del arco del Mono Insfrán.
Fue el mejor momento del juego, porque el Tatengue propuso un juego de ida y vuelta que Gimnasia aceptó, aunque no le convino demasiado. En Unión entraron Francisco Gerometta y Diego Díaz por Vargas y Gamba. Justamente, Diego Díaz tuvo una clarísima cuando encontró tiempo y espacio en la medialunas y buscó el remate al ángulo. El caño salvó al Mono y al Lobo. El Tripero, enamorado ya del punto, entró a los últimos 15 minutos del partido sin Leo Morales, quien salió lesionado y fue reemplazado por Renzo Giampaoli.
Y ese amor por el empate lo dejó con las manos vacías, porque Leonel Verde -que desde que entró las pidió todas- rompió desde la puerta del área y cuando encontró el espacio sacó el remate cruzado que se metió bien ajustado contra el caño izquierdo de Nelson Insfrán.
Se despertó tarde Gimnasia y casi se le da el tiro del final al Lobo, porque el primer tiro de esquina para el Tripero terminó en un desvío de Pardo contra su propio arco y el travesaño terminó salvado al arquero Thiago Cardozo. Así, el equipo de Flores se quedó con las ganas de hilvanar otro buen resultado que, por el trámite del encuentro, no mereció.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2025-3-2-2-58-17-gimnasia-enamorado-del-punto-se-quedo-sin-nada-deportes
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