El River de Gallardo resucitó en el Bosque y los hinchas albiazules explotaron durante y después del 3 a 0. No se salvó nadie. Hubo insultos para la Comisión Directiva como tal, para el presidente Mariano Cowen, para las jugadores y también para Mariano Flores, que no encuentra el rumbo y sigue creyendo que tiene tiempo para revertir los malos números -y peores rendimientos- de un ciclo que carretea desde hace dos meses pero nunca termina de despegar.

Por eso, como muchas veces en la política nacional, el pedido fue “que se vayan todos, que no quede uno solo”. Y el equipo albiazul se retiró del campo de juego con silbidos como nunca escuchó en el último tiempo. Claro que antes que eso sucediera, hubo un partido que duró menos de una hora, el tiempo necesario para que River se pusiera en ventaja por intermedio de Driussi y liquidara el pleito con el golazo de Mastantuono.

El encuentro tuvo su propia alucinación digna de un oasis en el desierto, porque el inicio de juego tripero fue intenso. Diego Flores puso a Jan Hurtado y Rodrigo Castillo como dupla de ataque contra los centrales de River y fue combativo en el centro del campo, con Facundo Di Biasi recostado sobre la derecha, casi a la altura de Lucas Castro, volcado a la izquierda de Martín Fernández. Claro que para que jugase más cómodo Castillo, forzó a Di Biasi, exigió más a Castro y tuvo un desequilibrio en el medio, ya que Piedrahíta jugaba abierto por izquierda y nadie lo hacía por el sector opuesto.

Con ese ímpetu inicial del Lobo, no extrañó que la primera posibilidad concreta fuera un tiro libre de Juan de Dios Pintado, desde ángulo cerrado, que dio en el travesaño mientras Franco Armani le metía el manotazo a la pelota.

Se salvó Gimnasia con una gran jugada colectiva de River con muchos toques hasta que Franco Mastantuono encontró el hueco para sacar un zurdazo bárbaro que pasó muy cerca del caño derecho del Mono Insfrán. Y después Driussi tuvo una volea desde buena posición que se fue muy arriba del travesaño.

Se quedó Gimnasia y River, que fue leyendo las falencias triperas, se hizo dueño del partido. A los 35 minutos llegó un buen centro de Acuña, nadie pudo sacar la pelota y la pelota le quedó a Sebastián Driussi quien empujó la pelota para el 1 a 0 de la visita.

A los ponchazos buscó el empate Gimnasia. En la última jugada del primer tiempo, el uruguayo Pintado mandó el centro desde la derecha, Castillo ganó en lo alto y su cabezazo pegó en el travesaño cuando Armani solo atinó a mirar.

Para el complemento pateó el tablero Diego Flores con los ingresos de Bautista Merlini, Pablo De Blasis e Ivo Mammini por Castro, Fernández y el lesionado Hurtado. Sin embargo, no modificó tácticamente el mediocampo y De Blasis se acomodó como número 5. Justamente, una buena acción de Pablo De Blasis no pudo ser aprovechada por Piedrahita, que nunca vio el buen pase que le había puesto el recién ingresado.

RIVER LO LIQUIDÓ TEMPRANO Y AUMENTÓ LA BRONCA

Un golazo de Franco Mastantuono, que hizo lo que quiso de derecha a izquierda para sacar el remate ajustado contra el caño izquierdo de Insfrán sepultó cualquier expectativa albiazul por llegar al empate. Lo minutos que le sobraron al partido le sirvieron a la visita como un entrenamiento de lujo para la Libertadores, mientras que para el Lobo fue una agonía que se estiró, con momentos de mejoría para terminar con una imagen que provocó la reprobación generalizada de sus hinchas.

Tuvo el descuento Bautista Merlini, quien anticipó en la mitad de la cancha a Enzo Pérez y quedó de frente al arco para sacar un buen remate que se fue apenas desviado contra el caño izquierdo del arco de Armani.

River mostró cierta fragilidad en defensa, por lo que Gimnasia tuvo chances. De esta manera, un pelotazo frontal encontró a Castillo que sacó un remate cruzado que pasó frente al arco de Armani. De alto, casi River llega al tercero pero Insfrán contuvo abajo.

Y a los 37 minutos River movió la pelota por toda la cancha hasta que Rodrigo Aliendro, habilitado por el colombiano Borja, puso la historia 3 a 0. Y pudo ser peor, porque con Mastantuono como falso nueve tras la lesión del ingresado Borja, Subiabre quedó en posición de remate y Nelson Insfrán pudo contener el disparo.

En esos “minutos basura” como se dice en básquet, Gimnasia emparejó las llegadas para con un remate desde lejos de Ivo Mammnini y, enseguida, un remate de Nicolás Garayalde desde afuera del área puso a prueba a Armani, quien llegó a despejarla por encima del arco.

El Tripero quedó al borde de la eliminación, con una serie de siete partidos sin victorias. Sin una reacción rápida, el tsunami puede arrastrar todo: un DT que cree que su ciclo recién empieza, jugadores (especialmente referentes) cada vez más cuestionados y una CD contra las cuerdas. Todo con el acecho de las tablas del descenso.

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2025-4-19-1-51-18-gimnasia-se-hunde-y-el-bosque-termino-en-llamas-deportes